Conclusiones

En conclusión, podemos observar que la tasa de fecundidad en España y su relación con el uso de métodos anticonceptivos no reflejó ser tan significativa, ya que en ambos países la frecuencia de su uso eran similares; sin embargo, al analizar las tasas de fecundidad de ambos países a lo largo de los años, se observa que el uso de métodos anticonceptivos en España no necesariamente afecta directamente a la tasa de fecundidad y en México la tasa de fecundidad se ha mantenido alta a pesar de que la frecuencia de uso de estos es casi igual a la de España.

La prevalencia de utilización de métodos anticonceptivos en México (área rural, urbana y metropolitana) es de 60.2%, mientras que en España es de 51.1%.

Cabe resaltar que en España, el poseer un sistema sanitario público con una extensa cartera de servicios, indicadores de salud más óptimos y una cobertura universal y equitativa, permite que su población tenga un acceso a la salud de mayor calidad y a nivel preventivo-reflexivo en cuanto a la frecuencia de embarazos, ya que se observa una caída en la tasa de fecundidad desde el inicio de la transición determinada por una mayor participación laboral de las mujeres, por su capacidad de obtener ingresos económicos y un nivel de educación más elevado (determinantes sociales).

Por otro lado, en México se ofrece por igual el acceso a las medidas preventivas y con mayor frecuencia que en España, pero la mayor calidad del programa implementado en España y las determinantes sociales desiguales en México, hacen que en este último no se tenga una cultura de medicina preventiva efectiva y bien enfocada, debido a que no se ha recalcado, a nivel educativo, que el tener hijos no es algo mal visto por la salud publica sino el cómo, cuándo y cuántos en el momento ideal determinado a lo largo de la vida de los adolescentes mexicanos, ya que el simple uso de los preservativos no los exime de que no puedan tener hijos a temprana edad; caso contrario en España, donde los adolescentes están más conscientes de la situación y sus determinantes sociales, en especial su nivel educativo-preventivo, pareciera hacer la diferencia a la hora de prevenir el embarazo adolescente ya que se ha comprobado con este país, que no se trata ni de la frecuencia ni la cantidad de preservativos que usen, sino la mentalidad y el interés de los jóvenes de cuidar y salvaguardar su salud.

Cabe mencionar que en España, la legalización del aborto se aprobó en el 2010, tomando como opción de la adolescente el terminar con su embarazo, y por lo tanto, este indicador interviene en la tasa de fecundidad por nacidos vivos.

Lo antes mencionado refleja que en México se necesita actuar de forma prioritaria en la educación sexual y en abordar los determinantes, pues la educación y la concientización sobre el embarazo adolescente y la contracepción es más efectivo que solo promover el uso de los preservativos. Debido al inicio cada vez más temprano de las prácticas sexuales en México sin la correcta educación del tema, ésta carencia pudiera ser parte causante de que el número de embarazos adolescentes a temprana edad en México se mantenga elevada.